Durante el Virreinato del Perú, en 1564, se descubrieron las minas de azogue, entre las que destacan la mina Santa Bárbara y se inició el auge de la entonces ciudad de Huancasvil, localizada en la entonces región de los Wankawillka (En español "lugar habitado por los nietos de los Wankas"), antigua jurisdicción de Huamanga.
El Virrey del Perú Francisco de Toledo dispuso que se trazara y fundara la Villa Rica de Oropesa. Debido a la fama de riqueza de sus minas de oro y de plata, la ciudad empezó a poblarse rápidamente con mineros, comerciantes y aventureros. La ambición fue tal que rápidamente entraron en funcionamiento 43 minas, pero la avidez de aquellos hombres no les dejó prever el agotamiento de los yacimientos. Cuando esto ocurrió en el siglo XVIII, Huancavelica empobreció.